domingo, 18 de mayo de 2008

Jota Castro - La lucha de los Incas

JOTA CASTRO



Jota Castro (Yurimaguas, 1965) es un artista nacido en el Perú y residente en Bruselas, Bélgica, que se desempeñó como diplomático durante dos décadas. Hacia finales de los años noventa deja su carrera de diplomático en Naciones Unidas y en la Comunidad Europea y decide dedicarse exclusivamente al campo del arte. A través de sus diferentes actividades profesionales previas, Castro ha adquirido un profundo conocimiento del mundo de la política internacional; más aún, considera que sus estudios universitarios en Derecho y Ciencias Políticas fueron su verdadera educación en arte.

Su observación crítica del escenario político de los países europeos en la actualidad y su amplia gama de referentes sociales y culturales, con o sin relevancia histórica específica, convierten su obra en un aguijón bien plantado desde el arte contemporáneo en el flanco del teatro global de las naciones.

Las esculturas, instalaciones y performances de Jota Castro apuntan en dirección de ciertos mecanismos que funcionan en el presente en la sociedad occidental, con sus desbalances y debilidades, y son diestramente iluminados por el artista para revelar las incongruencias que operan en las estructuras sociales y políticas.

Es editor consultivo de la Revista Janus en Bélgica y de Nolens Volens en Madrid. Es profesor en la Universidad Europea de Madrid. Su trabajo ha sido presentado alrededor del mundo. Ha participado en las Bienales de Venecia, Tirana, Praga y Gwangju. Ganó el premio de la Bienal de Gwangju en Corea del Sur en 2004.




NO MORE NO LESEE

Este proyecto nació durante una conversación con mi analista. Hablaba yo de la dificultad de ser mestizo y sobre todo de vivir en un lugar donde todo el mundo intenta hacer creer que la raza y el origen social de los individuos no son factores determinantes en la vida social y afectiva de una persona.
La mayoría de mis obras nacen así.
Salí de mi cita con la firme determinación de explicar de manera cruda y visual el fenómeno de la transculturización. ¿Qué significa venir de un lugar donde una cultura domina a otra hasta el punto de volverse ésta la cultura vehicular de un individuo? ¿Cómo mostrar que aceptar esa situación corresponde a ser poseído, utilizado y dominado? Claro, yo vivo en el mejor de los mundos y supuestamente esta situación es envidiable. Un rey dijo que París bien vale una misa y mi madre decía que algunas veces hay que cerrar los ojos y pensar en cualquier cosa... Entonces ¿De qué me quejo? Básicamente de nada, solamente me siento privilegiadamente obligado a decir la verdad.




El sentimiento de inferioridad es algo que cuesta mucho de superar y bueno, discutiendo con amigos de diferentes orígenes, viviendo en otros idiomas y culturas, estando habituados a provocar dudas y curiosidades profesionales y sociales, llegamos a la conclusión unánime y perfectamente visual de mostrar el fenómeno de la transculturización con la imagen de un culo penetrado por un símbolo fálico de algunas culturas que dominaron o dominan el mundo... Así nació esta visual manera de hablar de un tema viejo como el mundo en que vivimos.








LA LUCHA DE LOS INCAS

Una hucha enorme y dorada símbolo de infancia y de ahorro, un objeto casi pop.



En pleno centro de una ciudad europea; ¿qué puede significar?
Un problema personal en realidad.
Soy francés y peruano, puro producto de cinco siglos de idas y vueltas de la historia de dos continentes.
No sé si en España se enseña la historia de la conquista de la misma manera que en América Latina; recuerdo que de niño me sorprendió mucho la historia del rescate propuesto por los incas para recuperar Atahualpa: se llenó un lugar enorme de oro y plata venida de todo el imperio para salvar a nuestro soberano. No sirvió de nada, los conquistadores se lo cargaron igual.
Cuál sería mi sorpresa al contar esta historia a amigos del culo del mundo y descubrir que todos teníamos historias de rescates pagados, promesas incumplidas y soberanos finalmente ajusticiados o exiliados en el mejor de los casos.
Para simplificar el problema y visualizarlo mejor, todo individuo del tercer mundo que creció en un país colonizado es potencialmente un Inca: pagó un rescate, pagó su idioma, a veces su religión, su culpa, su trauma sin poder salvar a su inca...
Llenen la hucha a palmo y ya veremos lo que haremos con la plata devaluada y con mis complejos.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

MUY BUEN ENLACE, Y EXCELENTE ARTISTA, PERUANO TENIA QUE SER!